Mara es una gordita que junto a Felipe y Celia disfrutan de su mutua compañía.
Esta es su historia.
Hola chic@s amantes de l@s gordis, en este escrito quiero reflejar la inmensa gratitud hacia SOS frenchi y todas las personas que han hecho posible que hoy día, MARA tenga una merecida segunda oportunidad en el mejor hogar posible.
Para poneros en situación, deciros que Celia (mi pareja) y yo ya teníamos una gordita, Enola, de casi dos años, un ser maravilloso que para mi es un pilar fundamental en el día a día, no entiendo la vida sin mi gran amiga, en muchos momentos ha sido la terapia perfecta para salir de malos momentos,…pero no quiero ponerme triste ya que esta historia es de final feliz. Así que, tras asentarnos en una nueva y definitiva casa en la Capital pensé que era el momento de ayudar ,colaborar con alguna asociación de animales, ya que me encantan y allá por febrero me puse manos a la obra difundiendo casos, hablando con conocidos para adopciones, haciendo seguimientos, etc,…yo siempre había querido adoptar pero sabia que Celia era reticente, por muchas razones, todas ellas coherentes, sobre todo económicas, esta claro que ella ponía la cabeza y yo el corazón en este aspecto. Por lo que durante todo el mes los casos se sucedían, y mi necesidad por ¨salvar¨ a un animal iba in crescendo, sobre todo al ver como los hacinaban, maltrataban, etc…y tras hablar con Celia decidimos que si adoptaríamos. Así llegamos al mes de marzo, que siempre permanecerá en mi memoria, porque el destino se puso de mi parte. Tras infinidad de horas ante el ordenador con la ilusión de adoptar una hermanita para Enola, el día 7 de marzo tras salir del trabajo mande el cuestionario a Sos Frenchie interesándonos en adoptar una gordita, se me caían los ojos de sueño pero algo me decía que esa noche tenia que enviarlo,…y así lo hice.
La mañana del día 8 recibí una llamada de un número desconocido,…era Liliana comentándome que había una gordita en Sevilla que había sido explotada en criadero, con problemas de audición, bulto en la panza y abandonada a su suerte, sinceramente me ofrecí a adoptarla desde el principio, sin reparos. A partir de ahí contactamos con Lucia y su novio (dos ángeles para la gordi) que la tenían en acogida, y el mismo Sábado estábamos recogiéndola para tenerla ya en casa con su hermanita. Nunca olvidaré ese día, Celia me llamó al trabajo diciéndome que esa tarde podíamos recoger a la gordi, estaba ilusionado con verla y en cuanto salí fuimos a por ella, cuando la vi fue amor a primera vista, allí estaba sentadita mirándome y deseando recibir una sola cosa “cariño”, desde ese día no se separa de nuestro lado, su integración en la familia fue inmediata, las visitas al veterinario han sido numerosas pero se porta como una campeona y poco a mejora con nuestros cuidados y por supuesto los de su hermanita, sinceramente ahora no imaginamos la vida sin MARA.
En este escrito, no quiero obviar las necesidades que estos animales requieren, sobre todo económicas, pero os aseguro que la satisfacción de ver a MARA feliz, jugando, comiendo, paseando, supera cualquier sacrificio. Así que solo me queda dar por enésima vez las gracias a SOS frenchi, a sus componentes y animar a todo aquel que tenga la posibilidad de adoptar, a hacerlo, porque merece la pena salvar una vida.