Kira es una frenchie que dio y recibió mucho amor a su familia. Cecilia, su mami, nos cuenta su historia.
Mi experiencia con mis gorditas ha sido estupenda.
Después de perder de manera trágica a nuestra perra y mientras padecía mi hija (de entonces 7 añitos) un miedo a los perros horrible, apareció Kira en nuestra vida. Kira era una gordita de casi 6 años. Había sido explotada a cesáreas por un criador que la abandonó en una protectora con leishmania, un bulto en un oído fruto de una infección no tratada y bastante sucia.
Debido a la mala experiencia que habíamos sufrido, yo no tenía ganas de meter mas perros en casa, pero mi marido en paro y con una gran depresión me lo pedía a diario. Me di cuenta que mi hija no tenia miedo del perro de un vecino que era un bulldog francés pero iba en contra de mis principios gastarme 1000 euros, ni siquiera esos 400 que piden en las tiendas. Así que empecé a hurgar por internet y allí vi un anuncio de la protectora. Decidimos que iríamos a verla, pero sus ronquiditos nos enamoraron y volvimos con ella a casa.
Pese a que Kira no sabía lo que era vivir en un piso, no hizo ni un solo pipí en casa. No sabía pasear, no lo había hecho nunca pero aprendió rápido y sus almohadillas se fueron acostumbrando. En casa adoraba el sofá, las caricias de los niños. La operamos del oido y le hacíamos las curas sin un gruñido. Estábamos encantados con ella, no se le puede pedir mas a un perro.
A los meses llegó a nosotros un anuncio de otra gordita. Esta tenia el tercer párpado fuera, casi ciega, estaba en una protectora con un resfriado importante y era el mes de enero. No lo pensamos, había que sacarla de allí. En principio solo íbamos a hacer una acogida temporal, porque yo, la que no quería mas perros, como iba a tener 2!!! A la semana de estar en casa, la operamos de los ojos y ya no podía imaginármela en otra casa. Así que formalizamos la adopción.
A Kira la disfrutamos muy poquito. Un tumor en la mandíbula se la llevó hace ahora 8 meses. Debido a su delicado estado, no encontramos veterinario que nos diese garantías de que podría superar una anestesia tan fuerte y se nos fue. Pero en cierta manera sigue con nosotros, tenemos en casa un póster enorme de ella y siempre estará en nuestros corazones.
Lola se quedó muy sola y empezó a hacernos trastadas cuando se quedaba sola, había que darle otra compañera. Esta vez, sabiendo el gasto que tuvimos con las gordas, decidimos darle una oportunidad a otro perro de otra raza, nos daba igual como fuera. Nuestro veterinario sabía del problema de soledad de Lola y nos llamó un día diciendo que tenía a una hembra de golden adulta que regalaban y…aquí la tengo, en mis pies, es otro felpudito pero mas grande!! jejejejejeje
Hace unas semanas que le han detectado lesihmania a Lola, estamos en tratamiento, ha perdido mucho pelo de la cara pero según el veterinario esta respondiendo muy bien al tratamiento. Una vez superado esto, castraremos a la golden, es nuestro deber ya que no somos ni queremos ser criadores sino una bonita familia con 2 hijos, una mas en camino (me toca en noviembre) y dos perras, una familia super numerosa!!!
Saludos
Cecilia