En esta ocasión os contamos la historia de Duna, la niña de los ojos de Miriam. Su relato nos llenó de mucha satisfacción y porqué no decirlo nos emocionó.
Son historias como estás que nos animan a seguir trabajando por estos gordis, aunque para ello tengamos que hacer muchos sacrificios.
Mi experiencia fue aventurera y muy bonita, y gracias a la ayuda de Sos Frenchie y amistades logre tener a mi lado a mi Dunita.
Me llamo Miriam, tengo 23 años, soy la mama de Duna, la daban en adopción por no poder hacerse cargo los dueños, esta sanotísima y es un amor.
Conocí a Sos Frenchie por Eduardo y Henar que adoptaron a Yoda, una monada de perrita, además de alucinar con Frost (los 2 son Bulldogs franceses), 2 soles y muy amiguitos de Duna.
La aventura comienza porque yo tenia total pánico a los perros ya que me olían el miedo y me mordían o me gruñían. Curiosamente los bulldogs me aprecian, son tan mimosos como yo de mimosa pesada. Ya por Frost y Yoda decidí superar todo tipo de miedos y por fin tener un bulldog al que mimar y estar juntos.
También ese empujón es gracias a Henar y Eduardo, los dueños de los dos soles. Seguí a Sos Frenchie en Facebook por ellos. En su página vi tantos pequeños en adopción buscando un lugar con cariños. Decidí adoptar. Un día vi a Duna y no di crédito, un flechazo en toda regla, quise que fuese mi enana así que seguí el proceso, durante el proceso no he tenido mas nervios en mi vida, me informaron que me avisarían si seria elegida como dueña o no de ella, cuando me dijo Mariona: «Duna es tuya», llore de la emoción, no me lo podía creer…una alegría tan grande! y unos nervios que no sabia que hacer, si reír o seguir llorando de la emoción, y no lo cambio por nada esa sensación y tenerla todos los días conmigo.
Me dio igual los kilómetros ya que Duna es una guaje y yo madrileña, a pesar de que no tenia facilidades por mi parte para poder ir a recogerla (gracias a Sos Frenchie y amistades como he comentado), conseguí ir como fuese, y así fue, con todos mis nervios por verla y abrazarla, me fui a Asturias, enseguida se hizo a mi y comprendió que yo seria su mamá a partir de ahora, me obedecía a pesar de ser una juguetona incansable jejeje.
A día de hoy, Duna sigue tan perfecta estando conmigo, es la reina de la casa, juega con su juguetitos, siempre contenta y mimosa, y su lugar preferido el sofá, la chifla ver la tv conmigo tirada encima mía y darme besos
No es una historia triste sino al contrario, feliz y con final aún más feliz, ya que Duna está feliz, como una princesita en su casa rodeada de mimos y personas que la queremos, y yo porque tener a Duna es lo mejor que me ha pasado en la vida, es mi enanita y hasta me ha enseñado que todos sus amiguitos perritos de otras razas no me tienen que dar miedo y lo ha conseguido! paseamos juntas y saluda y juega a otros amiguitos y las 2 estamos la mar de contentas.
Ante todo, dar muchísimas gracias a Sos Frenchie y sobre todo a Mariona por la alegría que me dio, su atención (ya que yo era demasiado novata y tenias razón es coser y cantar).